El programa GIMP sirve en general para procesar gráficos y fotografías digitales.
Los usos típicos incluyen la creación de gráficos y logos, el cambio de tamaño y recorte de fotografías, el cambio de colores, la combinación de imágenes usando un paradigma de capas, la eliminación de elementos no deseados de las imágenes y la conversión entre distintos formatos de imágenes.
También se puede utilizar el GIMP para crear imágenes animadas sencillas.
Sin embargo, en esta entrada se va a tratar sólo de cómo dar los primeros pasos en su uso, explicando las modificaciones más habituales que muchas personas buscan realizar, sin tener que aprender demasiado sobre el procesamiento de imágenes.
El primer paso es descargar el programa a nuestro ordenador. Para ello debemos hacerlo desde su página oficial. El instalador está libre de anuncios y software no deseado. La imagen que encabeza dicha página es la siguiente:
Una vez instalado el programa, la primera página del mismo presenta el aspecto que muestro a continuación:
Ya en ella, debemos elegir la imagen de nuestros archivos que queremos editar. Para ello pinchamos en la pestaña "Archivo" de dicha primera página, y después en la opción "Abrir", eligiendo la imagen correspondiente.
Las 4 modificaciones habituales de una imagen que vamos a tratar se enumeran a continuación, y sus tutoriales respectivos se obtienen pinchando en cada uno de esos enunciados.
Aquellos que deseen profundizar en el conocimiento de GIMP, tienen a su disposición de forma gratuita en internet un Curso Básico compuesto de 14 vídeos, y el primero de ellos lo pueden ver en este enlace. Uno de sus fotogramas iniciales es el siguiente:
Como es habitual, termino esta entrada agradeciendo los comentarios que estimes oportunos realizar, especialmente si aportas ideas que contribuyan a la mejora de este blog.
Y saca algo positivo de cualquier fase del confinamiento en que te encuentres:
¡¡Atrévete a saber!!
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