sábado, 8 de junio de 2024

La rosa

Era un jardín sonriente;
era una tranquila fuente de cristal;
era, a su borde asomada,
una rosa inmaculada de un rosal.


Era un viejo jardinero
que cuidaba con esmero del vergel,
y era la rosa un tesoro
de más quilates que el oro para él.


A la orilla de la fuente
un caballero pasó,
y la rosa dulcemente
de su tallo separó.


Y al notar el jardinero
que faltaba en el rosal,
cantaba así, plañidero,
receloso de su mal:


- Rosa, la más delicada
que por mi amor cultivada nunca fue;
rosa, la más encendida
la más fragante y pulida que cuidé;


blanca estrella que del cielo,
curiosa de ver el suelo, resbaló;
a la que una mariposa
de mancharla temerosa no llegó.


¿Quién te quiere? ¿Quién te llama
por tu bien o por tu mal?
¿Quién te llevó de la rama,
que no estás en tu rosal?

No hay comentarios:

Publicar un comentario